Muy jóven creemos para tomar esta decisión, pero desde Urubasket vaya las felicitaciones para una brillante carrera.
A continuación transcribimos la carta pública que realizó.

«Gracias. Muchísimas gracias. Más que a nadie a Marianne Schneeberger, mi esposa, quien me bancó tantos años con muchísimos viajes y un sinfín de partidos, encargándose de nuestros 4 hijos y sacando al frente el hogar en mi ausencia. Ausencia debido a una pasión, el básquetbol. Hoy siento la necesidad de dedicarle más tiempo a mi familia, a mi mujer y a mis hijos, como también a mi trabajo y es por eso que decidí retirarme del arbitraje (los hinchas de algunos cuadros van a organizar una fiesta cuando se enteren de la noticia!). Es una decisión muy difícil, luego de 21 años en una profesión que me apasiona, desde aquel lejano 1998 en que hicimos el curso en la Federación. Tengo 38 años y es cierto que me podrían quedar varios años más recorriendo las canchas, pero cuando uno tiene claro las prioridades, hay decisiones que se deben tomar por difíciles que sean. 
Con errores y aciertos (tengo claro algo y es que siempre he reconocido mis errores), siempre di lo mejor de mi en cada partido, en cada torneo, en cada Liga, en cada nuevo desafío. Me podré haber quedado corto en algún caso, en muchos otros casos sé que salvé con nota. Pero lo importante, es que siempre busqué que el arbitraje saliera 10 puntos. 
Tuve la suerte de conocer medio mundo gracias al básquetbol y siempre le voy a estar agradecido al arbitraje esa posibilidad que me dio. Más de 80 viajes en 11 años como árbitro internacional, incluidos 5 mundiales juveniles, el Mundial de España 2014, el último Preolímpico en 2015, dos Sudamericanos de mayores, estuve presente en todas las ventanas de eliminatorias para este Mundial que se nos viene, muchos viajes a lo largo y ancho de América por la Liga Sudamericana y la Liga de las Américas, incluidas finales de ambos campeonatos en varias ocasiones, Final de la AmeriCup en 2017, en fin… muchísimo más de lo que me hubiera podido imaginar cuando empecé y cuando arbitré mi primer partido de Mini en la cancha de Layva. 
Qué decir de todo el camino que recorrí en Uruguay, subí a Primera con apenas 23 años (algo inédito para Uruguay en ese momento) y desde entonces he estado presente en 15 Ligas, cerca de 500 partidos de Liga y 28 Finales en 10 años arbitrando Finales de Liga Uruguaya, del 2009 con la primera a las últimas 4 en 2019. Y las últimas con el condimento de haber podido conocer de primera mano el Antel Arena, ese espectacular estadio que tenemos la suerte de tener en Montevideo. Por suerte también me tocó estar en muchísimos clásicos: varios Aguada Goes, Malvín UA, Atenas Welcome, entre otros, partidos tan lindos de poder vivir dentro de la cancha y de los que no me voy a olvidar nunca. Sumado a torneos Metropolitanos, partidos de Formativas, etc, etc… miles de anécdotas, historias y amistades que me llevaré conmigo de estos últimos 21 años recorriendo la ciudad (y en algún momento recorriendo el país, cuando la Liga se jugó algunos años por muchos lugares del interior) arbitrando partidos de todo tipo. Muy agradecido con la FUBB por las oportunidades de crecimiento y desarrollo que me dio siempre.
Quiero agradecer a algunas personas que fueron importantes en mi carrera: ya lo dije pero lo repito, a mi mujer Marianne por lo que me bancó siempre y porque siempre me apoyó en esta profesión, a mis padres que sin entender nada del básquet, me apoyaron desde el primer momento a seguir la pasión que siempre tuve por este deporte; a la FUBB por haberme dado las oportunidades, especialmente a Juan Chifflet, quien presidía el Colegio de Jueces en 2004 cuando me subieron a primera y quien preside el Colegio actualmente, momento en que decido dar un paso al costado; a mi GRAN MAESTRO en la cancha, Alvaro Trías, el mejor compañero que tuve, el más leal y sincero árbitro que conocí y de quien aprendí muchísimas cosas; a Geraldo Fontana por las oportunidades que me dio a nivel de FIBA en América, confiando en mi para partidos y finales muy importantes y para torneos de gran nivel; a Anibal García que me abrió las puertas de FIBA allá en 2008 y que siempre confió en mi, luego de una clínica internacional que realizamos en Montevideo; a Sebastian Lateulade, quien me ha bancado muchísimos viajes y sueños cumplidos y siempre me dejó seguir trabajando en su empresa, nunca poniéndome objeciones sino apoyándome en esta pasión; a Andres Bartel con quien viajé muchísimo estos últimos años y quien me tuvo que aguantar como compañero de habitación en todos los casos; a Richard Pereira con quien crecimos juntos en esta carrera, siempre me marcó el camino y con quien siempre tuvimos una muy sana competencia… nos llamábamos por teléfono previo a cada partido importante en los últimos años y la pregunta era: “Pato, vas vos o voy yo a este clásico, a esta Final?”, siempre hinchamos por el otro y eso da una enorme satisfacción cuando uno (como lo estoy haciendo ahora) ya se pone a mirar hacia atrás. Lo mismo con Andrés Bartel, con quien además me une una muy linda amistad. 
Por último agradecer a todos quienes me ayudaron a lo largo del camino y con quienes compartí una cancha, momentos o recuerdos. Tengo muy buena memoria y no me voy a olvidar de todo lo que viví gracias al básquetbol y al arbitraje. No puedo mencionar más gente porque no terminaría nunca, pero valoro y aprecio a todos con quienes he compartido momentos en esto, incluidos no solo árbitros sino técnicos, jugadores, dirigentes, delegados, etc.
Espero seguir involucrado con este deporte que tanto me gusta, aunque sea desde otro lugar. Ya veremos lo que nos depara el futuro. Un abrazo para todos los que se tomaron el tiempo de leer hasta acá (y muchas gracias, me quedó largo el speech… jaja) «